11 d’octubre 2007

A Frankfurt amb el Curialet

Si el Tirant lo Blanc no haguera existit -cosa que evidentment no desitge, no se'm llanceu al coll-, el seu lloc ara l'ocuparia el Curial e Güelfa, probablement. Els valencians tenim poc d'espai a les nostres prestatgeries per compartir amors i aquesta gran obra sol passar de puntetes fins i tot per les aules; la veritat és que tinc bons records de "Curialet", els migdies a la facultat, en una assignatura que poc després va desaparéixer. Per això mateix us adjunte una notícia d'ahir del Levante-EMV (el suplement de Cultura de l'Avui no el puc pegar ací tot; no hi cap. Aneu-hi).

Per això i perquè, com us deia, cal que de Frankfurt es parle pel que hi és i pel que hem portat a exhirbir-hi -i no tant pels crits i circs que han muntat alguns polítics nostres-. Les fires serveixen per mirar-se un poc el melic, si voleu, i amb la literatura catalana no podia passar quelcom diferent: et mires el que tens, t'ho remires, t'ho mesures... De fet, si no coneixem la nostra literatura, com collons volem encomanar el vici per llegir-la a la resta de mortals?


Una edición francesa del «Curial e Güelfa» ratifica el origen valenciano de su autor
Una de las estrellas del día de hoy en la Feria de Fráncfort será, sin duda, el Tirant lo Blanc, que se presenta esta tarde en sociedad en versión alemana. Pero, a la sombra de la imponente obra de Joanot Martorell, la participación valenciana en el más importante certamen editorial de Europa destaca también por la aparición de la primera edición filológica del Curial e Güelfa en más de setenta años.
Alfons Garcia, Valencia.
Está realizada por el catedrático de la Universitat de València Antoni Ferrando, quien aporta nuevos datos lexicográficos para justificar la tesis de que esta novela de caballerías anónima de mediados del siglo XV es obra de un valenciano.
Curiosamente, la publicación ve la luz de la mano de una editorial francesa (Éditions Anacharsis, de Toulouse), la misma que ha publicado una traducción al francés de la novela con una introducción de Ferrando. Los dos proyectos se enmarcan en los trabajos de recuperación de los clásicos del Institut Virtual de Traduccions (Ivitra) de la Universidad de Alicante y han contado con la colaboración de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) -de la que forma parte también el profesor- y el Instituto Cervantes.
Hasta la publicación actual, el Curial e Güelfa había contado con tres ediciones: la de Rubió i Lluch, de 1901; la de Ramon Aramon i Serra, en tres volúmenes entre 1930 y 1932, y la muy personal de Ramon Miquel i Planas, de 1932. Todas ellas estaban realizadas desde Cataluña y la de Aramon i Serra ha sido la que se ha repetido posteriormente en colecciones numerosas populares y para estudiantes. Sin embargo, la investigación filológica más reciente ha permitido detectar algunos « errores » de Aramon, como el cambio de vocablos originales propios de la zona valenciana por formas barceloninas. Sucede así con « homens », reemplazado por «homes» , o «per a» , que pasa a «per» . Estas alteraciones quedan subsanadas en la última edición, que busca asentar el texto original y profundiza en la línea abierta por estudiosos como Antoni M. Badia i Margarit y Germà Colón sobre el origen valenciano del Curial . Además de las expresiones citadas, refuerza esta hipótesis el uso de formas típicamente valencianas como «aplegar-se» (no utilizada en Cataluña y Baleares), « marjal », «acurtar» (no « escurçar »), « bambolla » o «per a que» (no normativo, en la actualidad). El estudio de Ferrando señala que, estadísticamente, el autor usó el verbo « aplegar » en un 75% de ocasiones y « arribar » en un 25%, un porcentaje superior al que se da en obras tan valencianas como el Tirant lo Blanc l'Espill . Incluso, agrega el profesor, se pueden detectar castellanismos típicos de la Valencia del siglo XV, como « mentira », «sombra » o « forro ».
Estas preferencias lexicográficas, unidas a la aparición de claros italianismos y alguna nota marginal en castellano, llevan a Ferrando a concluir que se trata de una obra confeccionada en Italia (probablemente en la corte del rey Alfons el Magnànim) por un autor valenciano y que el texto más antiguo conocido -descubierto en el siglo XIX- es producto de un copista de Aragón.
Antoni Ferrando, que hoy estará en Fráncfort junto al autor de la traducción al francés (Jean-Marie Barberà, originario de la Safor), subrayó ayer a Levante-EMV que lo fundamental es «superar la fase de 75 años de repetición de tópicos y abrir la obra a las aportaciones de los jóvenes investigadores» . Con este fin se prepara ya un encuentro internacional sobre la novela para el próximo mes de enero.
Por su parte, ayer, los escritores Pere Gimferrer, Carme Riera y Joan Francesc Mira realizaban en la Feriana introspección en busca de sus propias raíces literarias . Mira juntando sus propios orígenes con los de la tradición catalana, aludió a la tradición medieval y a Ramón Llull. Según Mira, el peso específico de la tradición catalana sólo se puede comparar al de la alemana, al de la francesa y tal vez al de la italiana.


I ja que ens hem posat, com no, el conte/discurs de Quim Monzó. Veieu-lo a Vilaweb.